(25/01/12) El Mirandés ha hecho historia. En un partido para la historia, el equipo rojillo ha superado, de una manera épica, al Espanyol, y alcanza, por primera vez en su historia la semifinal de la Copa de S.M. el Rey.
La primera parte fue muy igualada, con los dos equipos luchando por el centro del campo y tratando de lograr la posesión del cuero. Los primeros minutos fueron de dominio visitante, pero la mejor ocasión llegó del lado rojillo, en una internada de Alain cuyo disparo salió desviado por poco.
La réplica la dio el Espanyol a balón parado en una falta botada por Romaric que desvió la barrera y estuvo a punto de introducir el cuero en su portería. Ese fue todo el bagaje ofensivo del equipo de Pochettino en toda la primera mitad.
Poco a poco fue el Mirandés haciéndose con el control del cuero, y tratando de moverlos con fluidez y buscar algún hueco en la ordenada zaga barcelonesa. Alain, muy activo toda la primera mitad, fue el principal baluarte ofensivo de los de Pouso, y quien gozó de las mejores ocasiones, en remates, poco claros, tras alguna jugada a balón parado.
La segunda parte comenzó como la primera, con el Espanyol buscando la meta de Nauzet, y en esta ocasión la encontró. La tuvo el cuadro catalán, pero Nauzet estuvo acertado, el rechace cae a un jugador blanquiazul cerca del pico del área derecha y su centro lo remara Rui Fonte, metiendo la pierna por detrás de Mujika y batiendo a Nauzet.
El tanto fue un jarro de agua fría para el Mirandés, que por unos minutos pareció acusar el tanto. Pero este equipo es muy grande, y pronto se vio que no iba a dejar de luchar.
El equipo rojillo se hizo con el cuero y se volcó hacia el ataque de manera descarada. Pouso movió el banquillo sacando del campo a Garro y metiendo a Lambarri, enviado de ese modo un mensaje a sus jugadores. Era el minuto 56, y uno después llegaba el tanto de la igualada. Jugada individual de Pablo por la izquierda, y su disparo, tras tropezar en un defensa visitante, se alojaba en el fondo de las mallas de Casilla. Aún quedaba media hora y la remontada estaba al alcance de la mano.
El equipo rojillo siguió a lo suyo, embotellando cada vez más al Espanyol que se las veía y deseaba para capear las acometidas rojillas. Alain tuvo un par de ocasiones, pero su remate, flojo en ambas ocasiones, acaba en las manos de Casilla.
La entrada de Borrell y Muneta dio aún más mordiente al ataque rojillo, y la presencia de Lambarri era una pesadilla para la zaga blanquiazul. Para el equipo de Pochettino la única esperanza era una contra o una jugada a balón parado. Y en una de ellas estuvo a punto de sentenciar, tras un sensacional cabezazo de Romaric pero Nauzet evitó el tanto en una sensacional intervención.
Y en los últimos minutos el delirio. Primero la tuvo Lambarri, que tras una sensacional dejada de Alain, encaró a Casilla pero el meta estuvo acertado. Y cuando el tiempo señalaba el minuto 92 una falta desde el lado derecho del ataque iba a ser la última oportunidad. Con todo el equipo rojillo dentro del área, incluido Nauzet, Pablo botó la falta, y el balón, a media altura es rematado a gol por César Caneda, llevando al Mirandés a semifinales, y a todo Miranda de Ebro al delirio. |
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